Reseña:
La selección (#1 La selección)
Kiera Kass
P
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ara treinta y cinco chicas, la Selección es una oportunidad que solo se
presenta una vez en la vida. La oportunidad de escapar de la vida que les ha
tocado por nacer en una determinada familia. La oportunidad de que las
trasladen a un mundo de trajes preciosos y joyas que no tienen precio. La
oportunidad de vivir en un palacio y de competir por el corazón del guapísimo
príncipe Maxon.
Sin embargo, para America Singer, ser seleccionada es una pesadilla porque
significa alejarse de su amor secreto, Aspen, quien pertenece a una casta
inferior a la de ella; y también abandonar su hogar para pelear por una corona
que no desea y vivir en un palacio que está bajo la constante amenaza de
ataques violentos por parte de los rebeldes.
Es entonces cuando America conoce al príncipe Maxon. Poco a poco, se
empieza a cuestionar los planes que ella había hecho para su vida y se da
cuenta de que la vida con la que siempre soñó puede no poder compararse con el
futuro que nunca se atrevió si quiera a imaginar.
Reseña
Hay que creer en las segundas
oportunidades y eso es lo que hice yo con este libro después que la primera vez
que lo leí no me convenció demasiado. Pero después una amiga me preguntó por él
y pensé, bueno, voy a volver a leérmelo y así podré darle una opinión con más
base. Y fue esta segunda leída la que me llevó a escribir esta reseña.
Illéa es un país nacido de las cenizas
de Estados Unidos después de la Tercera y la Cuarta Guerra Mundial. Su sociedad
está organizada en castas (clases sociales) y las personas cada una de ellas se
dedican a un conjunto de oficios. El gobierno de este país es una monarquía y
ahí es donde empieza lo divertido, porque resulta que los varones de esta
familia real, como cualquiera, deben encontrar una mujer con quien casarse al
cumplir la mayoría de edad, pero no seguirán el procedimiento normal de conocer
a la chica, enamorarse y casarse, no, sino que necesitan celebrar una especie
de competición llamada “La Selección”. Esta consiste en servirle a domicilio,
es decir, en el castillo, al príncipe a 35 chicas de las distintas provincias y
castas del país. A partir de ahí, permanecerán sin salir de las murallas que delimitan
el edificio, durante el tiempo necesario hasta que el príncipe se decida, no
importa si tarda días, meses o años.
Y aún no conoces lo mejor. Se diría
que cuando uno se enamora es por el interior, ¿no? Quiero decir, el amor no es
superficial, ¿verdad? Pues en esta historia se saltan esa regla y hacen pasar a
todas las chicas por un proceso de “mejora de imagen”. Os lo prometo, cuando lo
leí, lo primero que pensé fue: Cinna (el estilista de Katniss en Los juegos del
hambre).
La protagonista de la historia es
America Singer, una chica de la casta 5, los artistas. Ella es feliz con lo que
tiene y esta locamente enamorada de Aspen, un chico de casta inferior. Pero sus
sueños de futuro se ven arruinados con el anuncio de La Selección para escoger
a las 35 candidatas que irán al castillo e intentarán enamorar al príncipe
Maxon.
Devastada por tener que irse y con el
corazón roto, America llega al castillo con ninguna intención de conocer al que
será el próximo rey de Illéa, pero las cosas cambian y los sentimientos
también. Ella es diferente al resto de chicas, independiente y que no se deja
eclipsar por los lujos del castillo; también tiene sus momentos cómicos y,
junto a Aspen y Maxon, forman un triángulo amoroso muy tierno.
Sinceramente, creo que este libro es
bastante suave, no hay casi acción y algunas partes se me hicieron realmente
largas, pero me gustó más que la primera vez. Ahora estoy intrigada por saber
con qué chico se queda –espero que Aspen- y cómo acaba La Selección.
¿A quién cree que elegirá? Si quieres
descubrirlo, haz click en el enlace de descarga y empieza a leer.
Citas
“-Soy de lo más normal. -¡No lo eres! ¡Porque soy idéntica a ti…, y yo soy guapísima!”
“-¿Y cómo te vas a enfrentar a una habitación llena de mujeres llorando? -¡No hay nada en el mundo que me descoloque más! No tengo ni la más mínima idea de cómo pararlo. –Dales unas palmaditas en el hombro o en la espalda y diles que todo irá bien. La mayoría de veces, cuando las chicas lloran, no esperan que les resuelvas el problema; solo quieren que las consueles. -¿De verdad? –Más bien. –No puede ser tan sencillo. –He dicho la mayoría de las veces, no siempre. Pero probablemente en esta ocasión a muchas de las chicas les bastaría.”
“La cena fue decepcionante. Me propuse decirles a mis doncellas que la semana siguiente me dejaran algo de espacio en el vestido para poder comer.”
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