Reseña:
Montecarlo (#1 Montecarlo)
Robyn Hill
D
|
espués de la muerte de su querido padre, Audrey Arnaldi es la próxima
princesa que regirá el principado de Mónaco. Toda su vida ha estado diseñada
para asumir esa tarea con responsabilidad.
Sin embargo, una persona de su pasado irrumpe de nuevo en su vida. Su
hermanastro Vincent, a lomos de su Harley Davidson y con aires de chico duro;
regresa cargado de misterios.
Cuando eran adolescentes, Audrey odiaba su fama de seductor y su arrogante
sonrisa, pero ahora Vincent se ha convertido en un hombre arrebatador, tanto es
así que ella se siente incapaz de controlar sus emociones.
Disfruta ya de una intensa historia de princesas y motoristas en el
ambiente de lujo y sofisticación de Montecarlo.
Reseña
Cuando leí la sinopsis de este libro, no podía esperar para leerlo. Todo el
tema del amor entre hermanastros y mezclar la realeza con un club de moteros
-¿quién puede resistirse a un motociclista atractivo y tatuado?- me encantó,
pero resultó ser bastante decepcionante –sobre todo porque después averigüé que
compartían padre y con ello llegó la repulsión.
Dejando de lado que se trata de una novela muy corta (unas 60 páginas) y el
hecho de que el uso del narrador omnisciente no es mi fuerte, tengo que decir
que pareció un poco pesada la lectura. La autora se centra en detalles de lo
más insignificantes y deja de lado otros necesarios para poder comprender el
transcurso de la historia.
Por otro lado, debo admitir, que hay escenas de lo más divertidas. Cuando
llegué en concreto a una en la que se ven implicadas unos reyes extranjeros y
una toalla, casi me caí de la silla.
Y en cuanto a los personajes… ¿qué puedo decir que no hayáis podido
deducir? Audrey es una de esas típicas chicas buenas que nunca ha decepcionado
a sus padres, la clase de chica que hace todo lo que le dicen y la última que
se esperara que acabara cayendo por un motociclista. Vincent es todo lo
contrario; ha agotado todas las diferentes opciones para molestar a sus padres,
le da igual lo que digan o piensen de él y su capacidad para avergonzar a su
familia es tan extrema que si existiera un Nobel para eso, habría batido un
récord.
Mezcla a estos dos personajes, añádele una cucharada de “madrastra
obsesionada con la perfección”, una pizca de “dolor por una muerte reciente” y
un toque de “hermano con déficit de amor”, y obtendrás una mezcla de lo más
normal y corriente en la lista de novelas para jóvenes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario