BROKEN
A.E. MURPHY
Caleb es perfecto en todos los sentidos, casi
demasiado perfecto y Gwen nunca se ha sentido tan feliz.
Ella es de él y él es de ella.
La vida no puede ser mejor y su amor no puede ser más
fuerte.
Eso es hasta que se cometen errores y su mundo se
desmorona.
Ella queda sola sin dinero, sin hogar y con una
persona invadiendo su estómago.
¿Cómo sobrevivirá ella?
Forzada a dejar la escuela culinaria, el trabajo que
necesita y el hogar que crearon juntos.
Gwen encuentra un caballero en la situación más
improbable.
El hermano de Caleb, Nathan.
Un hombre complejo con una fobia que ella no comprende
y manías que no son de este día ni edad, ¿podrá ella derretir su aparente
congelado corazón y volverse su amiga?
¿O él la alejará por siempre y se revolcada en su
soledad y auto aborrecimiento?
Atrapada entre lo que se siente mal pero debería estar
bien y lo que definitivamente está mal, pero se siente bien, Gwen ha tenido que
lidiar con su nueva vida y ser una madre soltera par su bebé, Dillan.
Mientras trata de seguir adelante y llena el vacío
que dejó Caleb, lucha con el conocimiento de lo que le sucedió a Nathan.
No sabe cómo lidiar con eso, sabiendo que ella puede
ser quien lo salve, pero no queriendo traicionar a Caleb, quien sigue siendo la
pieza más grande de su corazón.
Su mente es un desastre y, mientras que la vida
empieza a estar mejor, oscuros secretos y un pasado del que no debería ser
parte amenazan con arrancar su felicidad en fragmentos.
¿A quién elegirá?
Y, más importante aún, ¿podrá sobrevivir a lo que se
interponga en su camino?
RESEÑA
Cuando leí la sinopsis del primer libro de esta
trilogía, mis pensamientos empezaron a correr con el posible argumento de la
novela, pero nunca se me pasó por la cabeza lo que describe A. E. Murphy.
La historia empieza como la típica novela romántica
adolescente, dónde una pareja de jóvenes, Gwen y Caleb, se enamoran a primera
vista y encuentran en el otro al amor de su vida. ¿Todo muy dulce y previsible,
no? Pero la cosa no sigue por ese camino y enseguida la montaña rusa de emociones
empieza. Lo prometo, en los dos días que me ha tomado acabar los tres libros,
mi corazón a salido de mi pecho tantas veces que es posible que mi latido no
vuelva a recuperar su ritmo normal.
Los capítulos están plagados de tantos giros
argumentales y secretos desvelados que en ocasiones he tenido que volver la página
y releer un párrafo para saber dónde estaba. Las relaciones entre los
personajes, ya sean amorosas o de amistad, pasan de estar al rojo vivo al más
frío hielo de una página a la otra. Las escenas protagonizadas pasan de ser
encantadoras y salidas de un cuento de hadas a convertirse en una batalla de
temibles monstruos.
La facilidad con la que la autora da la vuelta al
argumento protagonizado por Gwen, Caleb y Nathan, es absolutamente
impresionante, dejando al lector una y otra vez asombrado, con las emociones a
flor de piel y sentado al borde del asiento temiendo seguir leyendo. Pero qué
historia. No he podido desengancharme ni un segundo, llegando a leer durante mi
jornada laboral -no se lo digas a mi jefe.
Otro detalle que también me ha encantado es la
diversidad de personajes que hay. Todos son diferentes, con personalidades
absolutamente distintas pero que a la vez se complementan entre ellas. A su
vez, poseen pasados únicos que definen su manera de ser y, a pesar de que en su
mayoría están en el lado negativo del vector, algunos incluso cayendo por el
lado, a lo largo del libro crecen y trabajan para mejorar sus números -¿qué? ¿se
nota que trabajo en finanzas, ¿no?.
En resumen, animo a todo el mundo a leer esta
trilogía, pero dejo sobre aviso que no es para los lectores más delicados.
Además, antes de empezar, recomiendo que te hagas con una buena caja de pañuelos
y una pelota ani-estrés, la vas a necesitar.
CITAS
“-¿Vas a asesinarme? -¿Si te respondo a esa pregunta me creerás?”
“-Ahí está. -¿Ahí está qué? -El momento en que robaste mi corazón.”
“¿Estoy intentando encontrar a alguien más roto que yo?”
“-Voy a resucitar a tu hermano. Y luego lo voy a matar de nuevo. -Te ayudaré.”
“-En mi casa esta noche… Voy a hacer cócteles y vamos a robar de la panadería local. -¿Quieres decir del lugar donde trabajamos? -Sabía que la conocerías.”
“-Eres agradable a la vista y tu voz es muy… suave y relajante. Hasta que cantas. -Caleb solía decir que encajaba perfectamente en un grupo de gatos enfermos.”
“A veces el asesinato parece la única opción cuando se trata de ti.”
“Solía tener un gran enamoramiento con el hermano de mi esposo, pero se fue quedando calvo en sus veintes y me di cuenta de que había elegido al hermano correcto.”
“-Dime que te diga que te amo. -Dime que me amas. -Te amo.”
“[…] tú eres mi castillo de Lego.”
“¿Qué harías si despertaras mañana y vieras que todo era un sueño? ¿Lo harías todo de nuevo?”
“-¿Recuerdas el momento en que estábamos preocupados porque nunca seríamos normales? -Creo que ya no tenemos nada de qué preocuparnos.”
“Nuestros hijos son raros.”
“-¿Estoy horrible? -Aún te lo haría. Después de que te hayas duchado. -Cobarde.”
“-No uses al mocoso como excusa para escapar de una conversación incómoda. -¿Por qué más lo tuve?”
“Nunca he manejado tanta carne cruda en mi vida. Hay un chiste sucio ahí en alguna parte.”
“-Ven a la cama. Vamos a borrar este disgusto de la mejor manera posible. -No podemos. -¿No podemos qué? -Borrar esto de la mejor manera posible. -¿Por qué? -No haces oral.”
“Prefiero romper porque no podemos manejar los sentimientos que tenemos hacia el otro que separarnos porque simplemente no nos importa lo suficiente como para confrontarnos.”
“-Oh, Dios mío, no te he educado bien. -He estado tratando de decirte eso por un tiempo.”
“Realmente escogí al mejor compañero de reproducción, si me preguntas.”
“El séptimo cielo necesita empezar a cobrarme alquiler, estaré acomodada aquí durante un tiempo.”
“-Vas a amar lo que he planeado hoy. -Involucra café, ¿cierto? ¿Cierto? -Obvio. -Me has asustado. -Lo sé.”
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