Reseña:
The Kennedy Boys (#1, #2 y #3)
Siobhan Davis
FINDING KYLER
Dos corazones fracturados y un amor
prohibido que no pueden negar.
No deberías querer lo que no puedes
tener...
Faye Donovan lo ha perdido todo.
Después de la trágica muerte de sus padres, se ve alejada de su casa en Irlanda
cuando un desconocido tío se presenta como su nuevo tutor. Sumergida de repente
en el sueño americano, Faye debería sentirse agradecida. Excepto que vivir con
su tío rico, su esposa dueña de un imperio de moda y sus siete hijos locos se
está convirtiendo rápidamente en una pesadilla, especialmente cuando surgen
ciertos sentimientos inapropiados.
Kyler Kennedy hace que le duela la
cabeza y que su corazón se acelere, pero es su primo. Está fuera de los
límites. Y no es exactamente acogedor; Kyler es ignorante, malhumorado y
francamente cruel a veces, pero Faye ve detrás de la máscara que lleva,
reconociendo un espíritu afín. Kyler ha renegado de las chicas, pero Faye se
mete bajo su piel. Cuando más la aleja, más se ve atraído a ella, pero actuar
sobre esos sentimientos es arriesgarse a muchos prejuicios, y cualquier soplo
de escándalo podría dañar la preciada marca Kennedy. Ocultar sus sentimientos parece
la única opción. Pero cuando todos tienen algo que esconder, un secreto es algo
muy peligroso.
Lleno de escándalo, familias
disfuncionales, angustia y drama al estilo telenovela adolescente, secretos y
mentiras, chicas malas y peleas de gatas, lujuria y amor, el primer libro de la
serie Kennedy Boys te tendrá pasando páginas hasta altas horas de la noche.
Solo recomendado para lectores de más de 17 años debido a contenido y lenguaje
maduro.
LOSING
KYLER
Condenados a repetir los pecados del
pasado...
Faye pensaba que perder a sus padres
era lo más devastador que le sucedería, pero estaba equivocada. La revelación
escandalosa de su tío la ha hecho caer en picado, dejándola cuestionando toda
su existencia.
Todo en lo que creía está construido
sobre una mentira.
Y la única persona con la que comparte
una conexión apasionada y profunda no puede estar allí para ella.
Faye y Ky no pueden estar juntos. Está
prohibido. A pesar de que están decididos a evitar repetir los errores de sus
padres, seguir sus sentimientos es tan tentador como la manzana en el Jardín
del Edén.
Ky había evitado a cualquier chica,
hasta que Faye se cruzó en el camino. Ahora, es todo su mundo, y su separación
forzada lo está devastando. Una vez que su manipuladora ex resurge,
malditamente empeñada en arruinar a los Kennedy, hará lo que sea necesario para
proteger a sus seres queridos, incluyendo darle la espalda a la única persona
que le da vida.
Entonces la tragedia golpea y todas
las apuestas están en el tablero.
Pero, ¿es demasiado tarde?
Cuando Faye lo necesita y no está allí
para ella, la culpa y dolor amenazan con destruir su amor. Cuando comienzan a
reconstruir sus corazones fracturados, otro sórdido secreto familiar es
descubierto, y Faye teme perder a Ky para siempre.
Pero, ¿puedes realmente perder a
alguien si no quiere ser encontrado?
KEEPING KYLER
Nada ni nadie los
mantendrá separados...
Kyler Kennedy está
en el aire.
En shock y
derrotado, se ha ido solo en una misión; rastrear al ex de su madre y exigir
respuestas.
Faye entiende lo que
es que su mundo se ponga al revés. Determinada a apoyar a su novio, le sigue,
aunque nada podría haberla preparado para la fea verdad. Ky siempre ha estado
plagado de demonios internos, cuando se derrumba, Faye finalmente descubre lo
que le ha estado ocultándole a ella... a todos.
Cuando surgen
acusaciones serias, el futuro de Kyler pende de un hilo. Pero los Kennedy se
mantienen unidos en tiempos de crisis, y ahora se reúnen alrededor de él.
Al menos no hay nada
que impida que Faye y Kyler estén juntos. Hacen pública su relación, pero no
todos están emocionados por ellos. Reaparecen enemigos amargos, y se dibujan
frescas líneas de guerra, pero Faye está preparada para devolver el golpe.
Nadie va a quitarle
su nueva familia.
Sobre todo no una ex
manipuladora.
Cuando Kyler se va
quedando sin tiempo, Faye toma el asunto en sus propias manos.
Pero cuando juegas
con fuego, te arriesgar a quemarte.