Reseña:
Bossman
Vi Keeland
L
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a primera vez que conocí a Chase
Parker, no hice exactamente una buena impresión.
Me estaba escondiendo en el pasillo
del baño de un restaurante, dejando un mensaje para mi mejor amiga para que me
salvara de mi horrible cita.
Él oyó y me dijo que era una perra,
luego procedió a ofrecerme un consejo de citas.
Así que le dije que se ocupara de su
maldito asunto, su propio asunto, alto, magnífico, arrogante, y regresé a mi
miserable cita.
Cuando pasó junto a mi mesa, sonrió, y
vi su arrogante y sexy trasero volver a su cita.
No pude evitar enviar miradas ocultas
al idiota condescendiente al otro lado de la habitación.
Por supuesto, me atrapó en más de una
ocasión, y guiñó un ojo.
Cuando el magnífico extraño y su
igualmente caliente cita de repente apareció en nuestra mesa, pensé que iba a
delatarme.
Pero en lugar de eso, fingió que nos
conocíamos y se unió a nosotros, contando historias elaboradas y vergonzosas
sobre nuestra falsa infancia.
Mi cita de repente pasó de aburrida a
extrañamente emocionante.
Cuando terminó y fuimos por caminos
separados, pensé en él más de lo que jamás admitiría, aunque sabía que nunca
volvería a verlo.
Quiero decir, ¿cuáles eran las
posibilidades de que lo volviera a encontrar en una ciudad con ocho millones de
personas?
¿Cuáles eran las posibilidades de que
un mes más tarde terminara siendo mi nuevo jefe sexy?
Vi Keeland. ¿Quién es? Si no sois
capaces de responder a esta pregunta con una respuesta afirmativa, solo os
advierto, estoy a punto de poner vuestro mundo patas arriba. Y es que ésta
autora es simple y llanamente genial. ¿Las series Cole, MMA Fighter y Life on Stage? Todas suyas. The Baller, Cocky Bastard, Egomaniac,
Playboy Pilot, Beautiful Mistake… Sí, también. Todos salidos de la cabeza
de Vi Keeland. ¡Y hay más! Pero ahora mismo voy a hablaros de Bossman, la última de sus novelas que he
leído y que me ha enamorado, así que prestad atención.
La cita de Reese es aburrido, sólo
habla de su madre y la está poniendo de los nervios. Por eso, cuando se excusa
para avisar a su mejor amiga de que necesita una llamada de emergencia para
poder huir de ahí, lo que menos se espera es que un sexy desconocido la juzgue
por dejar plantado al chico. Pero la cosa no acaba ahí, porque es en estas situaciones
en las que Murphy se impone con su teoría y aún lo complica todo más. Y es que
Chase –el mencionado desconocido-, no se detiene ahí sino que se autoinvita a
mesa donde Reese está teniendo una de las peores citas de la historia y se
inventa las más vergonzosas anécdotas sobre su ficticio paso por el instituto
para poner una sonrisa en su cara.
Cuando la noche termina, ninguno de os
dos espera volver a verse nunca más pero, tras un pequeño acto de acoso y
mezclado con una cucharadita de suerte, ¡bualá!, el destino vuelve a ponerlos
frente a frente. Y no solo eso, sino que se convierten en compañeros de trabajo
de la noche al día. ¿Podrán mantenerse fuertes e ignorar la gran atracción que
hay entre ambos?
Sin duda, una novela genial. Los
personajes son geniales, muy completos y profundos, lo que puedes descubrir
gracias al narrador en primera persona que va cambiando entre Reese y Chase. Lo
que también me encantó es que a lo largo de toda la historia, se dejan entrever
pistas de los pasados “oscuros y secretos de cada uno de los protagonistas y,
cuando a final todo se descubre y las piezas encajan en su sitio, te quedas sin
habla. Yo, al menos, no me lo esperaba.
Además de las muchas escenas divertidísimas y con doble significado en el
pretexto sexual, la autora consigue hacer reflexionar al lector sobre los
arrepentimientos del pasado y lo mucho que nos frenan en el presente si no los
dejamos atrás.
En resumen: es amena, es romántica, está muy bien escrita y consigue que
caigas rendida a los pies de los personajes. Un éxito total. ¿Pero qué
podríamos esperar? Vi Keeland es una diosa.
Citas
“Dame una oportunidad. Yo podría ser el que no te decepcione.”
“-¿Y qué si te despido? –Esa, probablemente, no sería la mejor manera de meterse en mis pantalones.”
“-¿Qué estás haciendo aquí, Chase? –Haciendo tus sueños realidad, aparentemente.”
“-¿Puedes perdonarme? Prometo no alejarte nuevamente y hacer todo lo que esté en mi poder para protegerte. –Solo hay una cosa que necesito que protejas por mí. –Dilo. –Tú tienes mi corazón. Prométeme que lo mantendrás seguro. –Solo si me prometes no regresarme el mío nunca.”
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